27 mil millones para la universidad de Nariño
Con un aporte de 27 mil millones de pesos el municipio de Ipiales consolidó el aporte para la sede de la universidad de Nariño.
En el anterior periodo el gobernador Raúl Delgado, defendió ante el alcalde Darío Vela y los alcaldes de ese entonces de la Exprovincia de Obando, la necesidad de apoyar a la universidad de Nariño, lo cual se cumplió con un aporte de regalías por 12 mil millones de pesos.
A la entrada del presente gobierno se propuso la construcción de la “ciudadela del conocimiento” donde tendría un espacio la universidad de Nariño, con la inversión de recursos, mas sin embargo, ante el fallido proceso de este ofrecimiento el mandatario actual por solicitud de la universidad presentó el proyecto de acuerdo para entregar la sede universitaria en el sector de la Floresta en propiedad a la UDENAR.
Posteriormente y ante la imposibilidad de la construcción del centro de faenamiento para el municipio los tres mil millones de pesos que estaban destinados para esta obra, el gobernador de Nariño decidió sumarlos a los existentes para entregar un total de 15 mil millones de pesos.
El concejo municipal en la autorización para la entrega del lote en de la Floresta, señaló que estos predios fueron avaluados en 12 mil millones de pesos, así que de ahora en adelante la universidad de Nariño se fortalece económicamente en sus bienes con un aporte de los ipialeños de 27 mil millones de pesos.
El alma mater en contra prestación, se comprometió a ampliar la oferta académica que actualmente tiene cuatro programa de pregrado, anexando psicología y arquitectura, para los próximos periodos.
Ojala que la Universidad y su rectoria invierta adecuadamente estos recursos en favor de los estudiantes y el fortalecimiento de la calidad educativa y evite engrosar la alta burocracia que se viene manejando consuetudinariamkente y al ver los nuevos programas no hay nada de novedosos; nariño se lleno de abogados, de medicuchos medio preparados y de psicologías que no saben más a quien tratar. Aquí hay que mirar la realidad del territorio, nuestro entorno, nuestra cultura y proponer programas académicos que verdaderamente fortalezcan nuestra economía.